sábado, 21 de noviembre de 2015

¿Tú o Usted?
Oh, Pragmática… ¡otra vez más Usted! (O más bien, ¿tú?)

Seguimos con el tema viaje, pues claro, a nosotros, los “mochileiros”, nos encanta viajar, sea por tierra, por mar, por agua, por la vía que sea, jejeje

Y como a la “mochilera” aquí le ha tocado viajar más en avión –no porque sea rica, sino todo lo contrario, por las ventajas de las compañías lowcost–, tenemos mucho que compartir…  

Pues, siempre aprendemos en clases que el uso de Tú (pronombre personal de segunda persona del singular – para aquellos a que les encanta los términos más formales y técnicos) y de Usted (pronombre personal de tercera persona del singular – a eses mismos queridos) si diferencian porque uno marca más la informalidad, mientras tanto el otro marca formalidad.

Bueno… se supone que la relación en un avión entre azafat@s y pasajer@s sea más formal, porque se marcan las posiciones sociales, las distancias entre los sujetos, ya que se tratar de una relación de servicios prestados, así que, el uso de Usted, en general acompañado de Señor, Señora, Caballero, se supone, sería lo más adecuado… pero la realidad por veces desestabiliza lo que parece fijo…

En general el tratamiento formal es el ofertado en los vuelos, peeeeeroooo, ya empezamos a ver el uso de determinados términos, expresiones y estrategias lingüísticas de acercamiento hacia al pasajer@...

¡Vamos al grano!

Mi profesora del máster ha mencionado que en las compañías lowcost los modos de tratamiento interpersonales empiezan a adquirir otros matices, su habla inmediatamente me llevó al 31 de octubre de 2015, a eso de las 17:30… puente de un festivo, razón más que suficiente para viajar y estar en un avión dirigiéndome a Barcelona – El Prat… Alrededor de la hora mencionada, el azafato introduce el tema venta de productos y la rasca, pero lo introduce de una manera tan bien humorada que toda la nave ha parado de hacer lo que fuera para oírle y participar con el de esta rica conversación… Ha bromeado, nos ha contado chistes, ha usado de una carga de ironía que nos partíamos de la risa… Tengo que decir que las atenciones eran todas suyas, cosa que no había pasado en el momento de las instrucciones de vuelo, ya que no se podía oír muy bien las orientaciones (porque prácticamente todos hablaban)…

Lo caso es que paramos, fijamos nuestras miradas y disfrutamos del aquel momento…  para los que no han comprado nada al final, como yo, por lo menos hemos ganado un extraño vínculo, como que se hiciésemos un nuevo amigo… de alguna manera me he sentido más cercana a él e incluso su cara la tengo en mi memoria… ¡Qué cosa más rara, tí@! ¿Y eso, por qué?

Algo parecido nos relata, nuestra querida Lucy de Diario de una azafata, sobre su experiencia:

-”Vamos a pasar con nuestra venta a bordo. No nos ignoren, no miren por la ventanilla porque no van a reconocer el pueblo que está ahí abajo. No hagan que lean la revista de Ryanair porque está en inglés y ustedes son españoles. No hagan que duerman porque con lo pesados que somos es imposible que puedan pegar ojo”
-”Compren un rasca y gana si quieren ganar un millón de euros. ¿Quién no querría ganar un millón de euros? Solo aquellos pasajeros que ya sean multimillonarios, y créanme, si están volando con Ryanair sabemos que no son ustedes ricos”.
Estas frases nos dan tanto material para el análisis lingüístico… Aquí sí tenemos el uso de Usted (marca de tratamiento formal), mientras tanto, la ironía, nada estándar de estos contextos comunicativos es el elemento que rige y sostiene el discurso, demarcando y contribuyendo para un acercamiento hacia los interlocutores.

¿Y funciona?  ¡Vaya se sí! Imagínate si me creo amiga del azafato y él ni siquiera se ha quedado con mi cara… jajaja

Fuente: http://www.diarioazafata.com/2013/04/28/voy-a-hablar-de-ryanair-pero-esta-vez-hablare-raro/
Accedido el 22/11/2015

ps. Super recomiendo la lectura de este artículo... muy interesante ;)
¡¡¡Volar con estusiasmo!!! 

    Hay algunas cosas en la cultura española que es única de ellos y eso me encanta. Una de estas costumbres la conocí una vez en España, algo que no me habían enseñado en las clases de Lengua y tampoco que me lo podía imaginar porque nunca había visto en ningún otro sitio. 

   En 2009 cuando vine por primera vez a España a estudiar decidimos, una amiga y yo, viajar al comienzo del año, después de nuestros fatídicos exámenes, pues, tenemos que decir que en aquella época Ryanair mucho nos ayudó, ya que nos ofrecían ¡tentadoras promociones de tres euros ¡¡¡Eso!!! Y cómo nuestra beca no era muy grande, nos vino genial… 

   Al viajar, en esta situación tan específica, en que la gente se une en el aire para llegar a otro sitio lejano, es que conocemos un poco más de los españoles, algo que no nos imaginábamos y que haber vivido en persona nos ha dado una alegría la cual no se puede expresar. 

  Entramos en el avión, todo bien, como en cualquier vuelo; despegamos, y se sentía aquella tensión y expectativa general en la atmósfera; luego, las instrucciones del vuelo para los casos de emergencia; después, la venta de productos y comida, como suele pasar en los vuelos lowcost de corta distancia; y entonces, vino la sorpresa: ¡el aterrizaje! 

  De hecho, el aterrizaje fue como todos, excepto por lo que pasó inmediatamente después del aterrizaje: conmoción colectiva, halagos y muchos aplausos; con mucha alegría y entusiasmo el capitán era alabado y con mucha animación celebraban la llegada con seguridad a sus destinos y por fin, se sentía una atmósfera de alivio, gratitud y mucha satisfacción. 

 Seguimos nuestro viaje, ya que nos habíamos ido como mochileras muy valientes, pero la felicidad colectiva, los aplausos y el entusiamo típicos del aterrizaje no hemos visto en ninguna otra cultura, solamente en los vuelos compartidos con españoles, ya sea volviendo a España, ya sea saliendo de España o incluso, dentro de España – ¡por supuesto! 

 Y tengo que confesar que cuándo aterrizo en tierra firme, no poder celebrarlo colectivamente, me hace sentir como se me faltara algo… claro, pues después del aterrizaje lo primero que se nota es el agobio para recoger el equipaje y las maletas…


Os dejo aquí un vídeo que representa este momento... ¡Y lo guay es que ponen "Aplauso Puertorriqueño"! Así que me toca viajar más para que pueda disfrutar de momentos, de esos rasgos semejantes... =D

ps. Abajo de este video en youtube hay una variada discusión sobre el tema, ya os aviso, ¡no os asustéis con lo que sale! Merece la pena una mirada cuidada a los elementos socioculturales e históricos...